jueves, 22 de marzo de 2012

Comienza un Bachillerato Popular para travestis, transexuales y transgéneros




Entrevista a Pao Lin, integrante del Bachillerato Popular Mocha Celis, un espacio pensado para que personas travestis, transexuales y transgénero puedan acceder al secundario sin discriminación y de manera gratuita. Por La Retaguardia, integrante de la Red Nacional de Medios Alternativos
    Por ANRed- E (redaccion@anred.org)

Los bachilleratos populares son un proyecto de educación popular que apunta a poner al alcance de personas jóvenes y adultas, que han dejado sus estudios y deciden retomarlos en un contexto que no es la educación formal sino que son proyectos colectivos, cooperativos, donde se busca acceder al conocimiento y al proceso de aprendizaje de una manera mucho más horizontal y más atenta a lo social.

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de personas trans?: "hablamos de personas cuya forma de expresar su identidad de género no se corresponde con aquella que la sociedad espera. Tenemos personas que han sido anotadas como varones o como mujeres pero que viven su vida pertenenciendo a un género que no es aquél en el que están inscriptas", explica Pao Lin.

La falta de papeles genera muchísimos inconvenientes en su vida cotidiana: "el tema de la documentos es uno de los tantos problemas que tienen las personas trans para integrarse plenamente en la vida social. No es menor, pero tampoco es el mas urgente. El acceso a la salud, a la educación, al trabajo y a la vivienda son más preocupantes".

La necesidad de un bachillerato específico nació porque "una serie de estadísticas y estudios venían demostrando que las tasas de abandono escolar entre las personas trans eran altisimas. Durante la adolecencia, cuando se empieza a dar este proceso de transición, muchas de estas personas son expulsadas o excluídas del sistema educativo, con las consecuencias que eso trae: la dificultad de conseguir empleo. Muchas veces hay expulsión por parte de sus familias, que no comprenden la situación por la que están pasando, expulsión de la escuela y terminan en redes de prostitución forzadas a "elegir" ese camino como una manera para sobrevivir". Aquellas que quieran terminar sus estudios, pueden acercarse a partir del lunes 19 de marzo en el edificio de la Mutual Sentimiento, Lacroze 4181 5to piso, en el barrio de Chacarita.

El Mocha Celis apunta a ofrecer un espacio amigable para personas que ya han quedado fuera del sistema educativo. Cuando le consultamos qué pretenden del Estado, no duda: "el reclamo que le hacemos es que todas las escuelas tienen que ser inclusivas, que todas las personas en la primaria y la secundaria tienen que tener garantizado su derecho a la educación mucho más allá de su identidad de género o su orientación sexual".

Mientras tanto, esperan que el Estado reconozca al Bachillerato Popular Mocha Celis. Este espacio acepta, por supuesto, a estudiantes que no sean trans, pero hay materias específicas como Memoria Trans, donde se rescatará la historia colectiva y política del movimiento trans en Argentina, América Latina y el mundo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Día Internacional de las Mujeres


Declaración de la Marcha Mundial de las Mujeres

4 de marzo de 2012
Día Internacional de las Mujeres 2012
Este 8 de marzo, nosotras, las mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres, seguimos marchando, resistiendo, y construyendo un mundo para nosotras, los otros, los pueblos, los seres vivientes y la naturaleza. Estas acciones continúan enfrentándose a los embates del paradigma mortal del capitalismo con sus falsas salidas a las crisis y de una ideología fundamentalista conservadora.
Vivenciamos un crisis del sistema capitalista, racista y patriarcal que, para sostenerse, impone brutales “medidas de austeridad” que obligan a nosotras, los pueblos, a pagar por una crisis que no hemos provocado: son recortes presupuestarios de todos los servicios sociales, disminución de salarios y de pensiones, estimulo a guerras y avance de la mercantilización de todas las esferas de la vida. Nosotras las mujeres pagamos el precio más alto: somos las primeras que seremos despedidas y que, además de las tareas domésticas más habituales, somos obligadas a asumir las funciones antes cubiertas por los servicios sociales. Tales medidas cargan el peso de la ideología patriarcal, capitalista y racista y son expresión de políticas de incentivo para que volvamos a la casa, que estimulan además el avance de la prostitución y la venta de las mujeres, el aumento de la violencia contra nosotras, el trafico y las migraciones.
Denunciamos la continua imposición de acuerdos de libre comercio, que intentan transformar los bienes comunes como la salud, la educación y el agua en mercancías, y generar un mercado de explotación de la mano de obra barata en los países del sur. Rechazamos la cultura del consumo que va empobreciendo más las comunidades, generando dependencia y exterminando las producciones locales.
Nos solidarizamos con las mujeres en lucha en Europa, especialmente en Grecia pero también en Portugal, Galicia, Estado Español, Italia y Macedonia, que se están organizando para resistir la ofensiva neoliberal y retrógrada promovida por las instituciones financieras y políticas, y sus propios gobiernos, a servicio de intereses de las corporaciones transnacionales. Nos solidarizamos también con todas las mujeres del sur que enfrentan hambrunas, empobrecimientos, esclavitud laboral y violencia pero que siguen construyendo su resistencia.
Denunciamos el avance de la militarización en todo el mundo como estrategia de control de nuestros cuerpos, vidas, movimientos y territorios y garantía para la neocolonización, el nuevo saqueo y apropiación del capital sobre los recursos naturales y la manutención del enriquecimiento de la industria armamentista en frente a la crisis. Constatamos con temor la amenaza de retorno de lo militarismo y del autoritarismo como valores en la sociedad en distintos países alrededor del mundo, como en: el Medio Oriente, en Tunicia, Libia y Egipto, donde las mujeres y los pueblos continúan a luchar contra todo tipo de dictadura fundamentalista y por verdadera democracia; en Palestina donde las mujeres luchan contra el colonialismo y el sionismo en diversos países Africanos – como en Senegal donde el gobierno se utiliza de la fuerza del ejercito por intereses electorales, o en Mali donde grupos armados aterrorizan la populación civil en su lucha por controle da la región norte; en Honduras, México, Guatemala y Colombia donde hay procesos de re-militarización; y en diversos países en Asia-Oceanía donde refuerzan la presencia de las tropas militares de Estados Unidos.
Nos solidarizamos con las mujeres y los pueblos en resistencia y lucha en todos los territorios que están en guerra, bajo control militar y en riesgo de serlo, o viviendo los impactos nefastos de una presencia militar extranjera. A pesar de ello, nosotras las mujeres continuamos defendiendo nuestro territorio, cuerpo y tierra de la explotación de los ejércitos regulares e irregulares, estatales y privados.
Denunciamos la estrategia concertada de los medios de comunicación globalizados que busca revitalizar los dogmas y valores conservadores y que ponen en riesgo los logros o avances de las mujeres en el mundo. Se cierran espacios de participación, se criminaliza la protesta, y se cercea el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Nuestra autodeterminación reproductiva está amenazada donde la hemos conquistado, como, por ejemplo, en diversos países de Europa (como en Portugal y España) y de Norte América donde el aborto es legalizado, pero donde este derecho es atacado en la práctica por cortes de los presupuestos públicos que tienen como blanco los hospitales y los servicios de interrupción del embarazo. En muchos otros países, como en América Latina y varios países de Asia-Oceanía, las mujeres que abortan siguen siendo criminalizadas, como en Brasil, Japón y Vanuatu. En México se legaliza el aborto en el Distrito Federal y se criminaliza en el resto del país. En Honduras, la píldora contraceptiva de emergencia ha sido prohibida. En Nicaragua, el aborto mismo en situaciones de riesgo de vida para la madre o de violación se convierte en un delito a través de una Reforma Constitucional. Rusia sigue su ejemplo con la mujer del presidente al frente de campañas para prohibir el aborto en cualquier situación. Grupos auto-intitulados “pro-vida” defienden en realidad la muerte de las mujeres, nos insultan y a las profesionales de salud en Norte América, presionan en parlamento para rever la ley en Sudáfrica e impiden cualquier discusión en Pakistán.
Nos solidarizamos con todas las mujeres que continúan luchando y enfrentando los embates de la policía, los servidores públicos y de la justicia injusta, así como a las que enfrentan la violencia en su contra.
Frente a estas situaciones, estamos en las calles, tenemos alternativas y las estamos viviendo. Reiteramos que seguiremos fortaleciéndonos desde nuestros cuerpos y territorios en resistencia y defensa de los mismos, profundizando nuestros sueños de transformaciones estructurales en nuestras vidas y ¡marchando hasta que todas seamos libres!
Llamamos a la articulación de nuestros movimientos y a las alianzas con los otros movimientos, pues solo así construiremos un mundo en libertad.
En el Mundo, 8 de marzo de 2012